El hombre no tiende a reducir sus
tensiones (homeostasis) sino más bien a procurarlas (teoría del valor
esperado). El hombre es un ser que vive tensionado entre los valores y la
voluntad de sentido. Los valores lo atraen llamándolo a ser encarnados, y la
Voluntad de Sentido, como motivación básica, lo mueve en procura del sentido,
buscándolo no sólo en lo que ES, sino en lo que puede LLEGAR A SER.
Correlato Vivencial: de qué modo nos
afecta la captación del valor
Existenciario: le otorga la base sobre la
cual podrá desplegarse hacia su concreción de sentido.
Valores Vivenciales
Lo que experimentamos y somos capaces de
recibir algo del mundo. Los puedo realizar mediante la contemplación y mediante
el amor. Son “gracias”, “regalos”, “dones”. Son totalmente gratuitos y solo
requieren de nosotros la capacidad de recibirlos…para ello necesito sentirme
vivo por medio de nuestra corporalidad…”Siento el mundo, luego existo”…soy, por
lo tanto habito y comparto el mundo. Nuestro cuerpo nos brinda acceso al Ser o
al No Ser. Necesito una postura erguida: segura.
Valores de Creación
La capacidad de dar al mundo mi quehacer
personal. Su correlato vivencial es el de la dignidad.
Sentirme capaz de transformar al mundo
hace que actualice mis potencialidades elevando así el respeto por mí mismo.
La dignidad es opuesta a la utilidad ya
que la persona vale por lo que es y no por lo que hace.
Sentirme digno es sentirme merecedor de
habitar el mundo, por lo que el existenciario que me sostiene es el de la
espacialidad.
En la medida en que el hombre es un
ser-en-el-mundo, el espacio es el lugar desde donde comprende su temporalidad y
desde donde intencionará al mundo.
Espacializar significa situar mi propio
ser, darme un lugar, un sitio, un entorno desde donde desplegar un proyecto en
el tiempo. Desde tomar una escoba y barrer hasta enfrentar situaciones límite.
Así el ser humano tiende a incorporar lo desconocido para hacerlo propio, sea a
través del aprendizaje, sea a través de la creación. A mayor incorporación de
lo ajeno y desconocido a mi espacialidad para hacerlo propio y conocido, mayor
vivencia de ser dueño de mi propio espacio y de mi propio tiempo.
Valores de actitud
Son los valores más sublimes, aquellos a
lo que debemos acudir en las situaciones límite: consisten en lograr
transformar el sufrimiento en sentido; la tragedia personal en un triunfo.
Esto requiere de un proceso psiconoético:
resultando la superación de lo fáctico por lo espiritual, cuyo correlato
vivencial es la paz interior. No sería posible sin el existenciario del tiempo.
Todo proceso requiere esfuerzo; todo
esfuerzo requiere trabajo; todo trabajo requiere tiempo: una sucesión de
pasado, presente y futuro. La decisión que tomo hoy no está divorciada del
ayer, y no dejará de tener consecuencias mañana.
Para ello debo primero aceptar la
facticidad que me imponen tanto las circunstancias externas como mis propias
limitaciones, y luego apelar a mis potencialidades: sólo así podré tomar una
decisión en el presente capitalizando mis experiencias pasadas y evolucionando
hacia el futuro.
VALORES
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CORRELATO VIVENCIAL
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EXISTENCIARIO
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VIVENCIALES
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SENTIRSE VIVO
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CORPORALIDAD
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CREATIVOS
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SENTIRSE DIGNO
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ESPACIALIDAD
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ACTITUDINALES
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SENTIRSE EN PAZ
|
TEMPORALIDAD
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El espíritu subjetivo encuentra su
objetivación en la realización de valores, los cuales, a su vez, se
subjetivizan en el modo peculiar de quien los percibe.
Vamos desde la conciencia espiritual
hasta el nivel más profundo del inconsciente espiritual, ya que vamos desde la
captación del valor por medio de la conciencia como órgano del sentido, hasta
lo más irreflejo e irreflexionable que somos como persona profunda: nuestra
propia existencia.
Los valores: con los cuales existimos y nos mueven a realizarlos (nos) plasmándolos en el mundo.
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