martes, 15 de abril de 2014

LA SOLEDAD


 

La soledad es una condición de la vida humana, una experiencia del Ser Humano que permite al individuo mantener, extender y profundizar su humanidad.

El hombre está esencialmente solo. Nace y muere solo.

Es necesario para todos reconocer su soledad para crear conciencia de que, esencialmente, en cada fibra de su ser, el hombre está solo.

Escapar a la experiencia existencial de la soledad, puede convertirse en enajenación.

Estar en soledad es poder estar en silencio.

Abrirnos hacia lazos más profundos y valorar más plenamente todos los aspectos de la vida y de la naturaleza.

La soledad es el recurso por medio del cual el hombre experimenta una compasión nueva hacia los demás.

Estar en soledad implica estar en ella con Todo mí Ser.

Uno puede llegar a reconocer la soledad como una condición de la vida humana únicamente mediante un viaje profundo por su propia naturaleza solitaria.

Nadie puede permanecer sin cambios una vez que se abre a la soledad y se rinde ante el terror y la belleza de una existencia totalmente aislada.

La soledad está como parte de la vida, y todas las creaciones salen de alguna manera de la soledad.

La soledad no es ni buena ni mala, sino un punto de conciencia intenso y sin tiempo del Ser, un comienzo que inicia sensibilidades y conciencias totalmente nuevas y que lleva a la persona al contacto profundo con su propia existencia y al contacto con otros en su sentido fundamental.

El experimentar un estado solitario brinda al individuo la oportunidad de tocar capacidades y recursos no explorados para realizarse de manera única. Esta experiencia puede ser única, de dolor, de miedo, de terror; y sin embargo, da una dimensión nueva de consciencia del Ser, de belleza nueva, de compasión humana y una reverencia a la naturaleza preciosa de cada momento que respiramos.

LA EXPERIENCIA DE ESTAR SOLOS


La soledad es una experiencia orgánica que no apunta hacia nada más y no tiene otro propósito que la realización del Ser. La persona está ahí por completo.

La soledad implica una substancia única del ser, una dimensión de tolerancia y sostenimiento humano. Requiere de fuerza y tolerancia, permitiendo que la persona alcance profundidades antes desconocidas para darse cuenta de una vida interior y cierta desnudez en ella.

Los sentimientos de soledad toman raíces en lo profundo y se desarrollan en direcciones variadas.

Estar solo implica un cierto camino, requiere una total sumersión del ser, un “dejar ser”  todo lo que es y pertenecer-se; un quedarse o permanecer en la situación hasta alcanzar cierta realización o complementación natural. Cuando una existencia solitaria se complementa, el individuo se convierte, crece, llega a otros en una forma más profunda y vital.
 

 
EL HOMBRE AISLADO

 


Cada hombre está solo. Cada persona existe aisladamente. Se enfrenta a sí mismo en silencio.

En soledad, el hombre busca el cumplimiento de su naturaleza interna. Ve en soledad nuevos significados, percibe nuevos patrones para antiguos hábitos y costumbres. Sólo el hombre pasa frente a sí. Cada aspecto significativo de su Ser llega a su vista conforme se forman nuevos valores, conforme el hombre decide dar un significado humano, traer vida cada día, a cada trabajo, a cada creación.

En soledad, cada experiencia vive y está llena de significado. Cuando uno ha estado muy aislado y restringido en los movimientos, un siente profundamente el valor de la apertura, de la libertad y de la expansión. La vida toma una significado exquisito, una riqueza regocijante. Para apreciar la luz hay que vivir en la oscuridad. Cuando uno es privado de la compañía humana, descubre una reverencia profunda por la amistad, por el que nos apoya a la hora de necesidad y vergüenza.

Cada hombre solitario experimenta profunda alegría  felicidad, sorpresa y éxtasis en la presencia de una voz humana.

Cada uno ha descubierto con terrible hambre, enfermedad y frío insoportable el terror creciente de una muerte final; el valor de estar vivo.

En tiempos de soledad continua y de sufrimiento, el valor y el significado de la vida se vuelven a examinar

En soledad buscamos nuestros significados más profundos de la vida. Revisamos nuestras relaciones. Escuchamos las palabras de amor y odio que han dicho, a quienes hemos lastimado con críticas, recriminaciones y victorias competitivas.

El hombre aislado toma conciencia de la muerte, buscando dar respuestas a la vida. Busca una vida mejor. Desea reconciliarse consigo mismo y con los demás. Se da cuenta de la necesidad de volverse a sus ideales elevados, de encontrar lo bueno y lo bello en la vida, lo simple y lo verdadero.

El hombre perdido y solitario busca perdón; busca ser perdonado de sus errores. Se vuelve a su Creador.

Encontrar la verdad, la belleza, la sabiduría, el amor y fortaleza en momentos de soledad.

Las horas de silencio y soledad cultivan un sentido profundo de los valores de la vida. La brevedad de la vida se vuelve una realidad sorprendente. El tiempo es corto y el hombre debe encontrar su lugar en el universo. El hombre debe de dejar las huellas de su vida en la naturaleza y en las profundidades de los corazones y mentes humanas. El hombre debe alcanzar a otros, compartir en una comunión que da a cada ser un sentido de honor, de conocer y de pertenecer.

La vida es breve. Lo que permanece debe dejarse. La vida pasa. El hombre debe saborear cada experiencia de vida y brillar como ser único, como en un horizonte lejano.
 

 
¿Dónde puede encontrar la verdad el hombre?
 

 






La verdad no es la que puede demostrarse con la ayuda de la lógica.

Sólo en la calidez de la vida humana el hombre puede encontrar la felicidad y en las horas de soledad se conoce el significado de la libertad. Vemos la relevancia de la vida y el propósito de nuestro quehacer.

En soledad se siente la conciencia de la vida del hombre, de la naturaleza. Se refleja la alegría de una resurrección.

Lo que sale del silencio es armonía…

Música sin pausa, es ruido…

“Ser hombre significa estar solo. El continuar siendo una persona, significa explorar nuevos modos de permanecer en nuestra soledad”…

Robert Hobson.
 


3 comentarios:

  1. Cuan cierto, y pensar que mucha gente le teme tanto a la soledad, creo que es porque no la conocen y no la han sabido experimentar.

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    1. Gracias por tus comentarios !
      Ampliare la temática con temas existenciales !

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  2. Desde el canal de parto hasta la muerte vivimos solos...
    Orar, amar y tomar decisiones implica saber estar con Nosotros Mismos!

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